PASADENA, EEUU.
AFP. La NASA abrió una nueva era en la exploración interplanetaria ayer, cuando
su robot Curiosity envió a la Tierra imágenes de la superficie de Marte,
iniciando una histórica misión en busca de rastros de vida en el planeta más
cercano a la Tierra.
Curiosity, un
laboratorio móvil no tripulado de 2,500 millones de dólares, se posó a las
05H32 GMT del lunes en suelo marciano, un logro y un alivio para la agencia
espacial estadounidense, que nunca antes había enviado un robot tan grande y sofisticado
a otro planeta. "Llegada
confirmada", dijo un miembro de la misión de control en el Laboratorio de
Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena (California, oeste),
provocando una explosión de aplausos. "¡Nos posamos en Marte! Oh, Dios mío".
Una polvorienta
imagen de una de las ruedas de Curiosity, tomada por una cámara del vehículo,
confirmó la llegada al planeta rojo del "rover", que tiene el tamaño
de un automóvil y pesa casi una tonelada.
Una segunda imagen llegó unos segundos después, mostrando la sombra de
Curiosity en la superficie marciana.
El vehículo de
propulsión nuclear inició así una misión de dos años para explorar el planeta
rojo, que incluye escalar una montaña para analizar capas de sedimentos que se
estima tienen hasta mil millones de años.
Cuando se anunció que el vehículo había llegado a destino después de una
audaz maniobra denominada "siete minutos de terror", que supuso el
ingreso a la atmósfera de Marte, el descenso y el contacto con suelo del
planeta rojo, los especialistas del JPL estallaron de júbilo y compartieron
barras de chocolate Mars.
El presidente
estadounidense Barack Obama describió el aterrizaje como "una hazaña sin
precedentes de la tecnología que se convertirá en un motivo de orgullo nacional
en el futuro". Y Charles Bolden,
el administrador de la NASA, aplaudió a todas las otras naciones, como Francia
y Australia, cuyos científicos contribuyeron a los experimentos a bordo del
"rover", denominado Laboratorio Científico de Marte (MSL, por su
sigla en inglés). "Es un gran día
para la nación, es un gran día para todos nuestros socios que participaron en
Curiosity y es un gran día para el pueblo estadounidense", dijo Bolden.
El asesor
científico de Obama, John Holdren, describió la llegada a Marte como "un
enorme paso en la exploración planetaria".
Zoom
¿Extraterrestres?
Los científicos no
esperan que Curiosity encuentre extraterrestres o seres vivos, pero sí confían
en que sus equipos analicen el suelo y las rocas de Marte en busca de signos de
vida pasada.
El ingeniero en
jefe de la NASA, Miguel San Martín, dijo que Curiosity se posó en el Cráter
Gale, en el interior de un área elíptica de 20 por 6 km, como se esperaba, al
pie del Monte de Sharp. Nuevos datos deben ser transmitidos al JPL en los
próximos días para afinar la posición del "rover".
Las claves
Buscar rastro de
vida
La tarea que tiene
por delante Curiosity, dotado de diez instrumentos especiales -entre ellos 17
cámaras y un rayo láser capaz de destruir rocas-, es colosal: descubrir si el
ambiente marciano fue propicio para la vida y preparar una eventual misión
tripulada en los próximos años.
La misión del 2030
Obama se ha
comprometido a enviar seres humanos al planeta rojo para 2030. La nave ya recogió datos sobre la radiación
durante sus ocho meses de viaje desde su lanzamiento en noviembre de 2011.
Curiosity en Marte: Nueva etapa de exploración espacial
Por Manuel Vazquez
La Habana, 6 ago
(PL) Con la llegada del robot Curiosity a Marte se abre una nueva etapa de la
exploración espacial, facilitada, ante todo, por el exitoso estreno de
avanzados métodos de descenso a las superficies planetarias.
Adicionalmente, la integración de numerosos
avances en cuanto a generación eléctrica, propulsión y equipamiento, sienta
pautas para futuras misiones automáticas hacia otros cuerpos de nuestro Sistema
Solar.
También su misión
científica es inédita, pues se refiere -aunque de manera indirecta- a la eterna
interrogante de si la vida en la Tierra es un hecho fortuito y aislado, al
menos en nuestro vecindario cósmico.
En concreto, los
objetivos de trabajo de Curiosity, según la misión "Mars Science
Laboratory", es la investigación de si el área de amartizaje (el cráter
Gale), preserva evidencias de ambientes habitables pasados o presentes.
Estos estudios son
parte de un más amplio examen de los procesos geológicos y atmosféricos
actuales y pasados en el planeta rojo, el cual comprende la realización de un
inventario completo de compuestos orgánicos, y la búsqueda de los
"ladrillos" químicos que constituyen la base de la vida.
Curiosity permitirá
caracterizar además la geología del sitio de descenso y sus alrededores
mediante el análisis químico, isotópico y mineralógico de los materiales
superficiales y cercanos a la superficie, e interpretará los procesos de
formación de rocas y suelos.
Al mismo tiempo, y
siguiendo la estrategia de "buscar el agua y el carbono" -componentes
esenciales de la vida, tal como la conocemos- el robot precisará el estado
actual, distribución y ciclos del agua y dióxido de carbono.
UN AUDAZ ARRIBO
Una de las
innovaciones mas destacadas de la misión fue el arribo del robot a Marte.
Tras un viaje de
567 millones de kilómetros, la cápsula que albergaba al Curiosity hizo contacto
con la atmósfera marciana a unos cinco mil 900 metros por segundo.
Gracias a un escudo
térmico sumamente resistente, la nave fue disipando su energía cinética en
forma de calor hasta que la velocidad disminuyó hasta los 405 metros por
segundo.
En ese momento
desplegó un paracaídas de aerofrenado que redujo aun más su velocidad, hasta
que a los 80 metros por segundo la "concha" que protegía al robot fue
desechada.
Entonces, una
especie de grúa espacial se mantuvo suspendida en el aire con ayuda de ocho
pequeños cohetes y, cual un helicóptero, hizo descender al Curiosity mediante
cables hasta la superficie marciana.
Tras ello la grúa
voló para autoeliminarse, una vez cumplido su propósito.
La NASA debió
escoger ese novedoso sistema de descenso ya que por su peso el Curiosity no
podía ser soportado por los tradicionales colchones de aire (como los airbag de
los automóviles).
Puesto que las
señales de radio demoran 13,8 minutos en llegar desde Marte a La Tierra, todo
ese proceso hubo de realizarse de manera totalmente automática.
Por eso, los
técnicos de la NASA se enteraron el éxito del amartizaje cuando todo había
concluido.
MUCHA CIENCIA POR
DELANTE
Ahora, con el robot
en buen estado de salud, comenzará una larga misión, de al menos 98 semanas (un
año marciano), longevidad que viene asegurada por un sistema eléctrico basado
en un generador termoeléctrico de Plutonio y pilas de ion litio.
De esa manera se
garantiza que, independientemente de las condiciones atmosféricas, siempre se
cuente con un suministro estable de energía para los 10 instrumentos
científicos que posee el robot, de tres metros de largo, por 2,8 de ancho y 2,1
de alto y con un peso de 899 kilogramos.
Entre su
equipamiento, Curiosity acarrea un espectrómetro de rayos X y partículas Alfa,
un set de análisis químico, una estación de monitoreo ambiental, varias
cámarasâ��
Su modo de
operación sería más o menos el siguiente: moviéndose a una velocidad de pocos
centímetros por segundo Curiosity investiga con sus numerosas cámaras y el
resto de su equipamiento técnico el suelo sobre el que se desplaza y su entorno
más cercano.
Sobre los objetos
que los científicos en la Tierra determinen como los más prometedores -los que
mas datos pueden aportar- dirigirá un rayo láser que permitirá analizar su
composición química.
En dependencia de
ese resultado, los investigadores pueden darle la orden de escudriñar el
objetivo los instrumentos de su brazo robótico.
Eventualmente el
robot taladrará la roca o excavará en el suelo para extraer muestras que serán
analizadas con más detalle en dos microlaboratorios que posee dentro de su estructura.
Todos los
resultados, así como las imágenes del monitoreo constante que realiza de sus
alrededores, son enviados hacia la Tierra.
Así, para los
próximos dos años (terrestres) queda garantizado un flujo de información sin
precedentes que permitirá conocer mucho más sobre Marte, un planeta que los
científicos sospechan que una vez albergó agua líquida, como la Tierra
actualmente.
Su estudio, que
sólo comienza, tal vez permitirá para el futuro lejano el establecimiento de
colonias humanas permanentes fuera de la Tierra, tal como hace más de 100 años
predijera el visionario ruso Konstantín Tsiolkovsky.